“No te acuerdas de mí porque había miles como yo, pero yo me acordaré de ti el resto de mi vida”. Esas son las fuertes palabras que a Michelle Licata le hubiera gustado decirle a Jeffrey Epstein a la cara, pero lamentablemente no tuvo tiempo. El Multimillonario se suicidó en su celda de Manhattan en agosto del 2019, quien estaba a la espera del juicio por cargos de tráfico sexual y conspiración. El relato de esta y otras víctimas se dan a conocer en el reciente documental de Netflix “Asquerosamente Rico”.
Jeffrey Epstein ha estado en boca de todos en las últimas semanas, luego de que la organización de hacktivistas Anonymous, revelara detalles sobre el caso de tráfico sexual, llegando incluso a amenazar a Donald Trump por tener vínculos con el fallecido financiero.
Jeffrey Epstein era un financiero estadounidense que ahora es conocido como uno de los más grandes “depredadores sexuales”, quien fue condenado en julio de 2019 por su red de tráfico de menores “Lolita Express” dentro del mundo de la elite. Tres meses después, terminó con su vida ahorcándose en el Centro Correccional Metropolitano de New York sin llegar a ser juzgado. Pero su aparente muerte no logró dejar atrás los años de abuso de poder del magnate.
La compleja y estremecedora historia de tráfico sexual cobra vida en la docuserie de Netflix dirigida por Lisa Bryant, “Asquerosamente Rico”. En cuatro capítulos, podemos ver a las primeras víctimas de Epstein remontándonos a los años 90 con historias que pueden llegar a dañar tu sensibilidad. La serie además nos muestra cómo operaban sus contactos y la red internacional de tráfico sexual.
La red de conexiones incluyen personajes como el actual presidente norteamericano, Donald Trump, su antecesor Bill Clinton e incluso figuras del otro lado del mundo como el Príncipe Andrés de Inglaterra. Claro está, que hasta el día de hoy, todos niegan tener relación directa con Epstein.
¿Cómo operaba su red de tráfico sexual de Jeffrey Epstein?
El modus operandi de Epstein presuntamente se basaba en acceder a adolescentes a través de cuatro mujeres que trabajaban para él, entre ellas estaba su pareja Ghislaine Maxwell. Comenzaba invitando a las menores de edad de West Palm Beach a su mansión, donde luego el magnate tenía actos sexuales con ellas. Algunos acusan que Maxwell también participaba en aquellos actos. Luego, pagaba a sus víctimas cientos de dólares en efectivo por el silencio. A veces, pagaba a alguna de ellas para que pudiera “reclutar” más chicas. “Quería caras nuevas y jóvenes todos los días”, dicen las acusaciones.
Epstein era muy consciente de que muchas de sus víctimas eran menores de edad y, sin sorpresas, algunas de las chicas que Epstein presuntamente victimizó eran particularmente vulnerables a la explotación.
Señaló el fiscal del distrito sur de Nueva York, Geoffrey Berman, en una conferencia de prensa.
“Asquerosamente Rico” tiene la tarea de dar voz a esas personas que fueron silenciadas por el pederasta Epstein y su círculo; desde víctimas hasta sus abogados, que fueron una y otra vez ignorados por los policías, federales, jueces y fiscales.