Noticias actuales: ¿cómo se elabora una vacuna?
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Noticias actuales: ¿cómo se elabora una vacuna?

El COVID-19, el Zika y el H1N1 son algunos de los virus que han sacudido la normalidad de la población, afectando la salud y la economía. Desafortunadamente, desarrollar una vacuna es un proceso complejo, como se ve a diario en las noticias actuales que abordan los posibles tratamientos de enfermedades virales.

En Nación Virgin respondemos a algunas de las preguntas más frecuentes que los jóvenes tienen respecto al proceso de elaboración y suministro de vacunas.

¿Es lo mismo “vacuna” que “cura”?

Muchas personas consideran que una vacuna siempre es una cura, pero la misión de las vacunas es estimular respuestas inmunes seguras que protegen contra la infección, no erradicar enfermedades.

La reacción inmunológica al recibir una vacuna es la misma que al sufrir un contagio, con la diferencia de que la vacunación permite al sistema inmune generar una respuesta sin tener que esperar a que te enfermes.

En otras palabras, las vacunas no tratan ni curan condiciones médicas, pero las previenen

¿Cómo se fabrica una vacuna?

En términos generales, la elaboración de una vacuna es un proceso que requiere el desarrollo de distintas fases:

1. Fase inicial

El desarrollo de vacunas inicia normalmente en el laboratorio de un centro médico, universidad o compañía biotecnológica. Un grupo de científico-financiados gracias a subvenciones del Estado o fundaciones privadas- trabaja probando la eficacia de distintos reactivos contra un virus concreto. 

2. Pruebas

Cuando un reactivo es prometedor, suele avanzarse a las pruebas en animales -ratones, ratas, conejos y monos; continua con las pruebas en humanos, etapa que suele tomar entre 1 y 2 años en condiciones normales.

De hecho, la fase inicial de fabricación de una vacuna -el ensayo y error con reactivos- puede tardar de 5 a 10 años, sin embargo, cuando las circunstancias son extremas, es increíble lo rápido que puede evolucionar un prototipo hacia la fase de prueba clínica en seres humanos (en el caso del COVID-19, se habló de tener una vacuna lista en menos de un año).

3. Distribución

Por lo general, solo cuando una fórmula demuestra tener éxito entre miles de personas sujetas a prueba y monitoreo, las compañías se interesan en adquirir una licencia para iniciar su distribución. 

¿Aplica este modelo al COVID-19?

Una pandemia supone un estado de emergencia mundial que genera respuestas no convencionales, como lo demuestran las noticias actuales. Por ello, las pruebas clínicas en humanos para la vacuna contra el COVID-19 comenzaron pasados pocos meses después del brote inicial en China

Investigadores israelíes incluso aseguraron, el 2 de marzo de 2020, que una vacuna sería posible en 90 días, y dos días después, el 4 de marzo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) contabilizó más de 40 iniciativas de posibles vacunas.

No obstante, aunque la fase de selección de reactivos se reduzca gracias al trabajo conjunto de cientos de científicos, el periodo de evaluación de una vacuna en humanos siempre será necesario y puede extenderse semanas o meses según las características del virus, la tecnología usada y el conocimiento disponible. 

Es de esperar que, ante el avance de esta enfermedad, en lo pronto tengamos noticias actuales positivas acerca de un método efectivo para prevenir el contagio de COVID-19.