¿Pensabas que tu familia tenía problemas? El séptimo capítulo de la cuarta temporada de “The Crown”, vuelve a desenterrar una polémica y oscura historia de la familia real. Como protagonistas son las primas de la reina Isabel ll, quienes fueron abandonadas a su suerte en un manicomio.
Narissa y Katherine Bowes-Lyon. Esos son los dos nombres que incomodan a la familia real hasta el día de hoy. Las dos hijas de Fenella Hepburn-Stuart y John Herbert Bowes-Lyon fueron ocultadas a los ojos del mundo por sus “problemas cognitivos” y fueron encerradas en un manicomio. Y eso no es todo, ya que también fueron declaradas muertas en el prestigioso libro Burke’s Peerage cuando aún estaban con vida.
Cuando la realidad supera la ficción
Narissa y Katherine nacieron en el 1919 y 1926. Ambas presentaron problemas de aprendizaje y comunicación desde pequeña y, lamentablemente, en esa época estaba mal visto tener familiares con problemas. ¡Imagínate en una real! Es por eso que en plena segunda guerra mundial, fueron internadas para luego ser declaradas muertas por el año 1940 y 1961 respectivamente. Obviamente, una mentira.
La trágica historia de las primas abandonadas de la reina Isabel ll se dio a conocer por primera vez en el libro “¿Y usted, a qué se dedica?” de Norman Baker:
“Katherine y su hermana Nerissa fueron despachadas un día oscuro de 1941 a un asilo para personas con dificultades de aprendizaje, un establecimiento lúgubre que había abierto en 1853 como el Asilo Nacional para Idiotas”.
Comenta Baker en su libro.
Ellas no eran las únicas hijas del matrimonio, también tenían otras dos hermanas: Anne y Diana. Ellas dos crecieron de manera normal llena de amor y entre los lujos que su vida real les brindó, pero Narissa y Katherine siempre fueron una vergüenza. De hecho, cuando se casó el príncipe Alberto (quien asumió posteriormente como Jorge VI), Narissa ya tenía cuatro años y no fue vista en la boda.
El encierro fue una cosa, el ser declaradas muertas antes de tiempo es otra, pero también hay que agregar las condiciones en las que ambas vivían. Para ser de la familia real, las hermanas vivieron en las condiciones más paupérrimas que puedas imaginar y solo eran atendidas por sus cuidadoras, quienes decían que eran unas chicas encantadoras, no hablaban y siempre que veían a la reina en la tele, hacían una reverencia. ¡Una pena!
Narissa murió en el año 1986 y fue enterrada en un cementerio municipal con una etiqueta plástica que contenía su número de serie y apellido. A su funeral no se asomó ninguna corona, solo asistió el personal del hospital. Por otro lado, Katherine falleció en un hogar de ancianos a la edad de 87 años en el 2014.
¿Y qué dice la familia real sobre The Crown?
Nada. Hasta el día de hoy desmienten la historia que ha circulado en las portadas de prensa, libros y en el boca a boca, diciendo que las hermanas siempre estuvieron bien atendidas y no le faltaban las visitas y los regalos. ¿Y la reina Isabel ll? Simplemente se tragó sus palabras. Por suerte tenemos a la serie de Netflix de nuestro lado para contarnos todo.