Y cuando ya creíamos haberlo leído todo, nos dicen que el mejor cubrebocas para protegernos del coronavirus siempre estuvo en nuestro hogar. La bolsa de la aspiradora. Sí, la misma que guarda las pelusas, polvo y monedas de $10 que están bajo tu cama.
Mientras los científicos trabajan en terminar la vacuna contra el coronavirus, nosotros tenemos que aportar el uso de mascarillas. Algunos nos seguimos preguntando si estas mascarillas realmente funcionan, ya que incluso la Organización Mundial de la Salud (OMS) dijo en su momento que “muchas veces la cura es peor que la enfermedad”. Gracias a un reciente estudio de la Universidad McMaster de Canadá, sabemos que es posible reducir el riesgo de enfermedad si utilizamos un cubrebocas.
Pero claro, ahora que sabemos la enorme efectividad de las mascarillas, no podemos conseguirlas en ninguna farmacia. Están prácticamente agotadas en todos lados, y si tienes suerte de encontrar, cuadruplican su valor original. Esto nos lleva a confeccionar nuestras propias mascarillas, pero siempre con el miedo de si serán efectivas ya que muchos desconocemos el material que tenemos que utilizar.
Pero tranquilos Virginian@s, porque la Universidad de Edimburgo se rajó con una respuesta que solucionará ese problema: el mejor material para fabricar tu mascarilla, es la bolsa de tu aspiradora.
¿Cómo hago mi mascarilla contra el Coronavirus a partir de la bolsa de mi aspiradora?
¡Así es! La universidad publicó los resultados de esta investigación en conjunto con el departamento de salud NHSScotland, donde probaron una variedad de mascarillas caseras con distintos materiales de confección: seda, lino, camisetas de algodón, bufandas, paños de cocinas y hasta fundas de almohadas.
Utilizar la bolsa de aspiradora como mascarilla reduce un 83% el peligro de contagio según el estudio. Lo más cercano a una mascarilla quirúrgica, que logra reducir un 99%.
Pero esto no es nada nuevo. En el 2013, la Universidad de Cambridge ya había puesto a prueba la bolsa de aspiradora. La casa de estudio publicó que este material lidera el ranking para fabricar una mascarilla, ya que está compuesta de un material capaz de garantizar la efectividad en un 86%, seguidos de los paños de cocina (73%) y los tejidos de algodón y poliéster (70%).