Sabíamos que en algún momento el coronavirus podría mutar con nuevos síntomas, nuevas duraciones de la enfermedad o alteraciones en las maneras de infectarse. Hasta que el día llegó, y no para convertirse en buena persona precisamente. Mientras seguimos esperando en casa y siguen llegando “nuevas enfermedades”, cientos de científicos alertaron que es posible que el COVID-19 pueda transmitirse por el aire.
El pasado domingo, más de 200 científicos de 32 países afirmaron que existe evidencia de que el COVID-19 puede infectar a las personas a través de micropartículas en el aire. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ya fue alertada y se le ha pedido por una carta abierta, que revisen con urgencia las recomendaciones.
La publicación fue realizada en el New York Times, donde los científicos dicen que la OMS se ha resistido a la creciente evidencia de que las partículas que flotan en el aire puedan ser infecciosas.
Especialmente en los últimos meses, hemos estado afirmando varias veces que consideramos que la transmisión aérea es posible, pero ciertamente no está respaldada por evidencia sólida o incluso clara.
Anunció la doctora Benedetta Allegranzi, líder técnica de la OMS.
La entidad estima que las macropartículas al toser o estornudar caen al suelo rápidamente y no se llegan a propagar. ¿Pero qué pasa con las micropartículas? Son justamente estas las que podrían llegar a quedar en el aire contagiando incluso en espacios interiores.
¿Tendremos que comenzar a utilizar mascarilla en interiores por el Covid-19?
Después de este hallazgo, los científicos están haciendo el llamado para que la población mundial comience a utilizar sus mascarillas en espacios interiores, haya o no distanciamiento social de por medio. También llaman a reducir la recirculación de aire en los distintos sistemas de ventilación de hogares, oficinas, establecimientos educacionales y hospitales.